1. Adiós paredes vacías. Las paredes son unas de las grandes olvidadas a la hora de decorar una vivienda. Sin embargo, con un par de láminas podemos crear un rincón muy especial y lleno de personalidad.
2. Un toque de color. En medio de tanto blanco, gris y beige, a nuestro salón le vendrá bien un poco de color. Apuesta por pequeños elementos en tonos vibrantes como lámparas o cojines que se conviertan en el foco de atención de tu estancia preferida de la casa.
3. Equilibrio natural. Materiales y tejidos como el lino, la madera o el yute hacen una casa más acogedora. Apuesta por elementos diferentes como alfombras o jarrones que brinden paz, calma y armonía a tu hogar.
4. La hora de comer. Otra buena idea para dar un aspecto diferente a tu hogar sin invertir mucho dinero es adquirir una nueva cubertería o una nueva vajilla para intercalar con la que ya tienes. Apuesta por piezas que se puedan combinar con la que utilizas actualmente y juega a vestir tu mesa.