CÓMO CALCULAR Y ELEGIR LA ILUMINACIÓN IDEAL SEGÚN EL ESPACIO EN MI HOGAR
CALCULANDO Y ESCOGIENDO LA ILUMINACION PERFECTA
El tema de la iluminación juega un papel importante en los proyectos arquitectónicos, ya que la luz determina y acentúa, los colores, la vida, el volumen y la textura de los objetos, para así generar el ambiente ideal en cada espacio.
Así que hoy conocerás los fundamentos de una correcta iluminación y como sacar el mejor provecho de ella.
Características de la luz
Clasifiquemos la luz en tres principales características; temperatura, haz de luz y tipos de luz.
Temperatura
Es el color con el que nosotros percibimos la luz y se mide en una escala de grados Kelvin (K), cuanto más nos acerquemos a los rojos o naranjas, esta se volverá mas cálida, caso contario cuando nos inclinemos a las tonalidades azules, diremos que se volverá más fría. Entonces ocuparemos 3 tipos de color de luz, que llamaremos: la luz cálida, con tonos amarillentos, (3000k a 4000k) , la luz neutra, con tonos más naturales o intermedios (4000k a 5000k) y la luz fría con tonos blancos y azulados (a partir de los 6000k).
Ya sabemos los tipos de luz y como se clasifican, pero ahora, ¿dónde ocuparlos? Definiremos que la luz cálida es, acogedora, confortable llegando a ser íntima, entonces será ideal para dormitorios, en espacios de relax, o simplemente donde quieras generar un espacio agradable y de paz con un confort visual, buscando no ser intensa.
La luz neutra, no altera los colores es una luz muy limpia, agradable y es perfecta para utilizar en sitios donde necesitamos mayor cantidad de luz, como puede ser la cocina, o un baño, también para utilizarla como luz general.
A su vez la luz fría, como su propio nombre los resalta, es mucho más fría, un poco menos acogedora, pero logramos mayor intensidad de luz, y la podemos aplicar en espacios donde necesitamos ver con mayor enfoque en lugares amplios, cómo, oficinas, hospitales, negocios como farmacias etc.
El haz de luz
Es el ángulo de apertura que sale de la luminaria, los hazes cerrados son más enfocados y puntuales, se suelen ocupar varios para iluminar un espacio, pero también son ideales para enfocar o iluminar zonas en las que tenemos que hacer alguna tarea o trabajo específico, ya que concentran la luz. Un ejemplo son lámparas de flexo, usadas para destacar una pared, resaltar algún, detalle etc. Los hazes abiertos abarcan más y proyectan su luz hacia los lados, son perfectos para una iluminación de ambiente, una luz más general. Un ejemplo pueden ser las lámparas de techo.
Los tipos de luz
Una vez que ya tenemos todas las características de la iluminación veremos los tres tipos de luz principal que vamos a ocupar.
Luz de ambiente
Es la luz general, la necesitamos cuando entramos a un espacio y queremos ver y movernos en toda el área. Es un tipo de iluminación base de cualquier ambiente, suele estar por encima de nuestro nivel de ojos, ya sea en el techo, en lámparas empotradas, lámparas de rieles, o también podemos encontrarlo en una lámpara de pie o una lámpara de mesa.
Luz de acento
Suele ser muy decorativo, la utilizaremos para resaltar algún elemento arquitectónico que tengamos en nuestro espacio. Por ejemplo, una pared de ladrillos que queramos resaltar algún cuadro, una obra de arte, una planta, es decir, es una luz muy concentrada y puntual, y vamos a utilizarla para resaltar aquello que queremos que se vea muchísimo más especial en ese espacio.
Luz de trabajo
Este tipo de luz nos permite realizar una actividad, y se enfoca precisamente en ese espacio, por ejemplo, la luz que colocamos encima de la encimera de la cocina, en una mesa de comedor o cuando estamos trabajando en un escritorio. Esta luz nos va a permitir que a la hora de realizar una tarea veamos de la mejor manera.
Utilizando los tres tipos de luz en un espacio, vamos a logar generar de una manera eficiente la iluminación ideal para cada habitación.
Entonces ¿qué luminaria compro?
Te puedes orientar en relación con los, lúmenes y lux (conceptos de iluminación).
Definamos primero que el lumen, y es simplemente la cantidad de luz que es capaz de emitir una luminaria, cuanto más alto es el número de lúmenes, se vuelve más brillante.
El lux es una medida de iluminación que indica cuánta luz hay sobre una superficie dada. Es decir, que un lux es igual a un lumen por metro cuadrado. En resumen, 100 Luxes es luz tenue, 300 luxes es una luz suficiente y 500 luxes es una luz potente.
Suele pasar que compras alguna luminaria, e ignoras la cantidad de lúmenes, al instalarla, la habitación se vuelve muy brillante, o en caso contrario oscurece. Existe alguna regla que determina la para cantidad aproximada de lúmenes que debes ocupar, ya que esto puede variar por varios factores, como la altura de la habitación, el color de las paredes, la cantidad de luz natural que recibe, etc. Si ya sabes los m² de la estancia o del rincón de la estancia a iluminar, es tan sencillo como multiplicarlos por los lux, y obtendrás el número de Lúmenes que necesitas.
Lúmenes = Luxes x Metros cuadrados.
Te dejamos esta tabla para que puedas calcular la cantidad de lúmenes que necesitas para tus espacios y te damos un ejemplo:
Suponiendo que queremos iluminar nuestra cocina entonces podríamos tomar la media de los luxes recomendados, en este caso la tabla nos indica que son de 150 a 200 luxes. Tomando el punto medio nos da la cantidad de 175 luxes lo que multiplicaremos por los m2 de nuestra cocina 30 m2 por ejemplo entonces multiplicaremos 175 luxes X 30 m2 = 5,250 lúmenes sabiendo esto tendremos que colocar dos focos led de 18W y dos de 13W (guíate con la tabla de arriba) distribuidos en toda el área de nuestra cocina y ¡listo! ya tienes la mejor iluminación para tu cocina.
ILUMINANDO TU HOGAR
Primero debemos evaluar la entrada de luz natural en nuestra casa. Es importante tomar en cuenta la posición y el tamaño de las ventanas, pues esto determinará la ubicación de los muebles y de los puntos de luz artificial que usaremos para cada espacio.
La entrada a nuestro hogar
Tal como si fura la portada de un libro, esta representa la primera impresión que tendrán los invitados. De modo que es importante una buena iluminación cuya dirección no esté reflejada directamente hacia la puerta principal. Se recomienda colocar luz cálida desde este sector hasta la sala principal y el comedor.
Recomendamos lámparas con difusor ubicadas en el techo, que proyecten la luz en todas las direcciones, manteniendo la temperatura del color en unos 3000K, desde el acceso de la casa, hasta la entrada de la sala principal. De esta forma se crea un espacio con iluminación homogénea y sin sombras que puedan opacar los adornos, flores o recuadros de la entrada.
Sala principal
Es un lugar muy multifuncional en nuestro hogar, ya sea para conversar con la familia y los amigos, ver la televisión y hasta descansar un poco. La iluminación artificial de esta estancia debe ser cálida y acogedora. Durante el día debe armonizar con la luz natural que pasa a través de las ventajas, mientras que, caída la noche, es importante contar con luminarias que se mantengan dentro de los límites de la luz cálida.
En este caso, podemos distribuir la luz en puntos estratégicos de la sala. Por ejemplo, podemos ubicar un par de lámparas de piso con luz cálida a ambos lados del sofá principal. Si tenemos un televisor, es importante colocar una lámpara de luz difusa cerca, para evitar que se fatigue nuestra vista.
Tomar en cuenta la decoración y los colores de nuestros muebles y adornos. Si la sala está llena de colores cálidos (amarillos, naranja o marrón) entonces la atmósfera de esa sala debe conservar una tonalidad de luz cálida. En este ambiente colocaríamos Luz entre 2000K y 3000K. En cambio, si nuestra decoración cuenta con tonos grises, azules y verdes, el ambiente que envuelve es frío, por lo que es recomendable que lo acompañemos de luz fría de 5000K.
Comedor
Es uno de los espacios más sencillos de iluminar, ya que el foco principal de esta habitación es sentarse a comer en familia sobre la mesa. En este caso, podemos colocar algunas luminarias colgantes de luz directa que apunten hacia la mesa, a una distancia aproximada respecto a esta de 80 cm.
Es importante considerar que la mesa no esté hecha de ningún material que refleje la luz, ya que en este caso será desagradable el reflejo hacia el rostro. Si este es el caso, podemos optar por difuminar la luz de los plafones colgantes que utilicemos.
Cocina
Es un espacio de mucha actividad que precisa de buena iluminación, y que por lo general no dispone de entradas de luz natural. En este caso es recomendable iluminar con luz fría. Podemos colocar luminarias colgantes a lo largo de la barra principal, a una distancia aproximada de 85 cm.
Adicionalmente podemos ubicar otros puntos de luz fría en el techo, distribuidas de tal forma que eviten los espacios sombríos en la cocina, el fregadero y las encimeras. Se recomienda que la temperatura del color se encuentre por encima de los 5000K.
Baños
Nuestro baño debe un lugar acogedor tanto durante el día, como al caer la noche. Los espejos en la pared merecen una consideración especial e independiente del resto de la iluminación. Podemos situar un par de luminarias blancas a ambos lados a la altura de la cabeza, de modo que no proyecten ninguna sombra al mirar nuestro reflejo, y debajo del espejo, podemos colocar plafones de luz indirecta que iluminen la superficie del lavamanos.
Además, podemos instalar una lámpara en el techo para iluminar el resto del espacio, conectada a través de un regulador de intensidad, asegurándonos de que se mantenga protegida del vapor, ya que de lo contrario puede sufrir daños.
Iluminando el dormitorio
Dado que este es un espacio para el descanso, en este ambiente podemos ubicar algunas luminarias de forma indirecta con una luz cálida que rebote hacia la pared y cree un efecto tenue y acogedor.
En la zona del armario también podemos complementar con un par de luminarias difusas que proyecten luz hacia los compartimientos. Finalmente, podemos ubicar una pequeña lampara de fácil encendido en nuestra mesita de noche, cerca de la cama, en la cual solemos colocar objetos de primera mano, como un libro o nuestro celular.
Terraza y zonas externas
Si contamos con una terraza cubierta, podemos colocar arbotantes, o una lámpara colgante o plafón en el techo para iluminarla, en estos espacios es recomendable utilizar luz cálida y con luminarias que sean resistentes al polvo y la humedad.
La iluminación de las áreas externas de nuestro hogar también es importante, y existen muchas opciones para escoger. Al iluminar nuestro jardín o nuestros árboles, debemos decidir qué es lo que resaltará y enfocarlo de forma directa o indirecta.
Pasillos, escaleras y adornos
Para estos espacios que conectan las diferentes habitaciones y ambientes, podemos utilizar iluminación de acento, que consiste en la instalación de tiras de luz LED apoyadas en molduras, y colocadas en dirección al techo a lo largo de un pasillo, o bajo los escalones de cada peldaño de una escalera y en el pasamanos. Lo importante es que cumplan la función de guiar el recorrido.
Este tipo de iluminación también puede utilizarse para destacar algún adorno, textura especial o arreglo interior en nuestro hogar, empleando lámparas cenitales que enfoquen lo que deseamos resaltar de manera especial, sea una fuente, una pieza de arte o el acabado texturizado de una pared específica.
Recuerda que cada espacio de nuestro hogar merece una iluminación ideal.
¿Listo para transformar tu espacio en un lugar que realmente amas? Nuestro equipo de arquitectos y diseñadores está aquí para guiarte en cada paso. Agendar una asesoría es el primer paso hacia el diseño de tus sueños.
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