El terreno es la base sobre la cual estará ubicada la casa o construcción, debido a esto será necesario conocer a fondo sus características cualidades y necesidades, pues tendremos que tomarlas en cuenta antes de construir sobre él.
TIPOS DE TERRENO
Hay tres tipos de terrenos que nos podemos encontrar, terrenos planos, terrenos irregulares y terrenos con pendiente.
Los terrenos planos u horizontales son aquellos en donde la construcción resulta más sencilla, ya que brindan una mayor libertad en la ubicación de la casa.
Mientras tanto los terrenos irregulares muchas veces implican trabajos de nivelación no contemplados debido a la presencia de montículos rocosos o de tierra.
Por otro lado, los terrenos con pendientes son aquellos en donde tendremos que evaluar la conveniencia de la construcción debido a su riesgo aquí debe tomarse en cuenta el desnivel de la pendiente, así como la ubicación particular del terreno y sus características específicas.
MECÁNICA DE SUELO
Al igual que tener conocimiento del tipo de terreno que podemos encontrar debemos interesarnos en saber qué tipo de suelo tiene el terreno dónde vas a hacer tu casa, para que esta no tenga grietas o asentamiento. Para eso necesitamos un estudio de mecánica de suelos que te contamos a continuación.
¿Qué es la mecánica de suelos?
Es muy común ver casas y construcciones saturadas, deformadas o hundidas que reflejan directamente la falta de conocimiento del suelo en el momento que se realizaron dicho proyecto. Por ello resulta importante hacer un análisis correcto del terreno en donde se realizará una obra civil, sobre todo en obras grandes y que dan mucho peso al terreno, para así evitar pérdidas humanas y económicas, aunque, sin importar el tamaño de la construcción es importante no prescindir de este estudio, ya que por ejemplo en el caso de México, que tiene una gran cantidad de suelos enfrentan un comportamiento distinto según sus características.
Se deben de realizar estudios exclusivos en la zona en que se edificará y con personal capaz, pero, en resumidas cuentas, un estudio de mecánica de suelos determina la composición del suelo y sus características en términos de ingeniería.
Sirve para conocer la capacidad resistente del suelo, sus posibles deformaciones, su comportamiento mecánico, etcétera. Además de que muchos de los reglamentos y normas de construcción, especifican la calidad y características que deben de tener los materiales y para conocerlos es necesario realizar sondeos de extracción de muestras, ensayos de laboratorio y con los resultados, finalizar un informe de mecánica de suelos en cuanto a los estudios geotécnicos. Pues estos se apoyan en conocimientos geológicos para realizar un análisis del material presente en el subsuelo, a fin de determinar sus propiedades y sobre todo para proponer la cimentación adecuada de diversas estructuras, tales como edificios, estabilización de taludes, túneles y carreteras entre otros, de ahí la importancia de este estudio.
Otro aspecto igualmente necesario antes de comenzar la construcción es saber el tipo de suelo del terreno pues de ello dependerá la cimentación de la construcción.
Por su tipo, los suelos pueden ser blandos semi duros y duros:
El suelo blando normalmente se compone de arcilla o barro muy suave, este terreno es húmedo y cabe la posibilidad de encontrar agua a muy poca profundidad.
La excavación puede ser hecha con solo una pala y si la pala entra fácilmente sin esfuerzo quiere decir que se cuenta con un suelo blando y de baja resistencia.
Si crees que el terreno fue un tiradero de basura o es un relleno, conviene cavar un pozo de 1.50 metros de ancho x 1.50 metros de largo y 1.50 metros de profundidad, ya que en caso de confirmarlo deberás llevar a cabo un mejoramiento del suelo, para hacerlo debes quitar las capas de desechos, llenar con tepetate y compactar.
El suelo semi duro se compone de suelos con grava arena y arcilla fuertemente consolidados y su excavación debe ser auxiliada con picos.
Una prueba que puede ayudar a saber si el tipo de suelo es intermedio consiste en encajar una pala en el terreno, si rebota o se clava poco en el terreno y es necesario utilizar el pico para sacarla, quiere decir que se trata de este tipo de suelo.
El suelo duro se compone de arena muy compacta, de tepetate pedregoso o roca sólida, para saber si el tipo de suelo es duro, resultará imposible clavar una pala y se requerirá utilizar gran fuerza con el pico para excavar.
Con esta información ya podrás elegir la cimentación más adecuada a tu tipo de terreno, y saber qué es lo que te conviene más según tu proyecto a realizar.
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