Además de su gran resistencia al paso del tiempo y facilidad de limpieza, el porcelanato ofrece otras interesantes ventajas. Una de las más atractivas es la gran diversidad de texturas, diseños y colores disponibles en el mercado, lo que permite lograr acabados de lujos y ambientes verdaderamente únicos y modernos.
Los pisos de porcelanato pueden incluso imitar diferentes texturas de la naturaleza o presentar ingeniosos y llamativos diseños, personalizando cada espacio de una forma pulcra y elegante.
El porcelanato también es idóneo para aquellos entornos que requieren una alta higiene e impermeabilidad, como laboratorios, consultorios y centros hospitalarios, ya que contribuyen a evitar la proliferación de microorganismos como hongos y bacterias.
El porcelanato es considerado un material de alto costo pero también de una calidad superior, por lo que constituye una excelente inversión a largo plazo, pues se conserva en buen estado durante mucho tiempo antes de que sea necesaria su sustitución.
Factores a considerar a la hora de elegir
– Tipo de tránsito. Los productos porcelánicos reciben un código PEI (Porcelain Enamel Institute), cuya finalidad es determinar el rango de uso, de acuerdo a su resistencia al desgaste.
– PEI I: tienen una resistencia básica, por lo que se deben emplear en áreas de tránsito muy ligero, es decir, en espacios que no tengan acceso directo, tales como dormitorios o baños.
– PEI II: pueden utilizarse en lugares con un tránsito o flujo medio de personas, tales como viviendas o apartamentos unifamiliares.
– PEI III: poseen resistencia media, recomendable para ambientes con accesos más próximos al exterior, tales como salas, corredores y comedores.
– PEI IV: cuentan con una alta resistencia, por lo que son sugeridos en ambientes interiores y exteriores de alto tránsito, como pasillos, cocinas, oficinas, aeropuertos, centros comerciales, etc.
– Tipo de formato y terminaciones – Existen diferentes medidas o formatos de porcelanato, los convencionales o más conocidos tienen medidas como 50×50, 55×55, 60×60 y 15×60. Pero a lo largo del tiempo han aparecido también otros formatos de mayor tamaño, tanto cuadrados como rectangulares. La ventaja principal de los formatos grandes, es que requieren menos líneas de junta, lográndose superficies más continuas con menor tiempo de instalación, ideales para espacios de gran amplitud.
– Rectificado incidirá en la forma de instalarlo y en el acabado final. En el caso del porcelanato rectificado, se repasan los bordes de manera que queden lisos y sin bisel, dando como resultado juntas más delgadas entre las placas. Mientras que los porcelanatos no rectificados pueden presentar pequeñas diferencias de tamaños entre placas y como no se regularizan los bordes, se requiere más espacio de juntas.
– Color y diseño. de acuerdo a la forma en que se combinen estos elementos podrás crear estilos, o generar efectos como sumar o restar amplitud o iluminación, por ejemplo. Además cada espacio tiene necesidades distintas según su uso.
También es importante que el color elegido armonice con el resto de elementos decorativos, en concordancia con el estilo y la iluminación de cada espacio.