EL ESTILO ÉTNICO

El estilo étnico engloba una variedad de subestilos ya que retoma características de estos como los tintes africanos,  algunos toques de tendencia mexicana, por no hablar de aquellos que mezclan el boho con el árabe o el colonial con lo oriental.

En cualquier caso, el estilo étnico nos transporta a lugares exóticos alejados que nos recuerdan a occidente y sus climas cálidos, evocando ambientes fundamentalmente luminosos, con fronteras difusas entre lo exterior-interior y con una estética muy pegada a la tierra y a la cultura local, con elementos decorativos elaborados de forma artesanal.

Los troncos son elementos ligados a la tierra. El trabajo con los troncos de árbol, los encontramos tanto a mesas de centro como auxiliares, así como a bloques utilizados como pedestal de apoyo para lavabos de baño o esculturas decorativas.

Diseños incas o aztecas, así como todo tipo de diseño con formas geométricas, fundamentalmente rombos y los triángulos en tonos muy contrastados (blancos sobre negros, marrones o azules oscuros fundamentalmente) abundan en  los interiores étnicos tanto en mobiliario como en alfombras, complementos textiles o ropa de cama.

Uno de los elementos decorativos para la decoración de paredes en estilo étnico es el plato artesanal. Pueden ser pintados (normalmente en no más de dos tonos y con motivos geométricos) o bien de mimbre.

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Los cestos son uno de los elementos artesanales más típicos en cualquier cultura rural. El mimbre y la cuerda son materiales naturales que se utilizan para elaborar todo tipo de cestería, si bien en el estilo étnico suelen incorporar líneas en tonos crudos y negros o diseños geométricos.

Además, el uso de la cestería además se aplica también en este estilo a otros elementos, como lámparas o platos decorativos o juju hats.

Quizás por su estética mexicana, el cactus es la planta básica para reforzar el carácter étnico de un ambiente, especialmente si se combina con otros elementos característicos de este estilo, como platos, tapices o cojines decorativos.

El cactus en el estilo étnico aporta ese toque verde necesario en cualquier espacio, recomendándose el empleo de maceteros de estética natural, como mimbre, madera o barro para reforzar el efecto.

Aunque el estilo étnico suele optar por los tonos neutros combinados con cálidos, como marrones, beiges o grises, colores muy terracota, también se puede optar por el color.

En este caso suele tratarse precisamente de ambientes muy coloridos, en los que están presentes varios colores fuertes y contrastados (nada de colores pastel), que difuminan su frontera con el estilo boho.

Los climas cálidos son característicos de los lugares donde nos transporta el estilo étnico. Es por ello que, al igual que el colonial, suele tratarse de un estilo en el que el exterior y el interior a veces se confunden, utilizando mobiliario y complementos que pueden servir tanto para dentro como para fuera.

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